viernes, 30 de noviembre de 2007

Jesús Montes «Encuentro con los muertos», noviembre 30, 2007



Declaraciones de Jesús Montes vía médium

«Mi papa, Don Rafael Montes, siempre creyó que uno se gana todo lo que tiene; él creía en la emancipación del ser humano a través del trabajo, y me decía: “trabaje mijo o no hereda”... En su momento, estas tierras vieron las más grandes transformaciones desde que fuesen colonizadas por Europa. Para él, el mérito dictamina la posición del hombre en el mundo. Según esto, uno nace en el seno de una familia gracias a sus méritos pasados, y adquiere consciencia, la cual equivale a posición, a partir de sus méritos durante la vida. Por este motivo, nacer es ya de por sí una ganancia. Para mi papá y luego para mí mismo, una vez entendí lo que decía, todo lo que uno tiene son ideas y consciencia, es decir, espíritu. Por lo tanto, uno viene al mundo a encontrarse con su alma, a reconocerse mutuamente y ya. Entonces es por medio del trabajo y las decisiones que implica trabajar, que uno adquiere consciencia, y por lo tanto posición; así, la incidencia de su acción en el mundo estará siempre determinada por ello. Para mi papa, el enemigo fue aquel que busca, antes que hacer méritos, otros objetivos... y para él esto implicaba intolerancia ciega, guerra a muerte. Mi papá nunca creyó en la democracia, su gobierno, por lo menos en el ambiente familiar así lo demostró, así me crió y así soy yo también, que viví siempre amparado por su sombra y gracias a la mía vivieron mis hijos, almas vagabundas que merecieron por sus méritos pasados, el pergamino de ser hijos míos, nietos de mi padre, don Rafael Montes. Por eso en mi casa como en la suya, se premia el trabajo, porque es la única forma de adquirir consciencia, y sin consciencia no es posible que uno reconozca a su alma».


Un ejercicio de regresión progresista



¿Estaba allí de perverso,
entre seres no ofensivos?
¿Fuí a perturbar los cautivos,
en sus sepulcros desiertos?
Pues no, fuí a visitar a los muertos,
por tener miedo a los vivos.

«La miseria humana»
Gabriel Escorcia Gravini,
interpretada por Lisandro Meza


Jesús Montes realizó, a finales del siglo XIX, durante un corto periodo de tiempo en el que estuvo fuera de sí, una serie de pinturas en torno a las figuras del prócer, el poder Real y la gran cultura europea; ostentando con orgullo ese carácter cultivado de la oligarquía de la zona cafetera que dio lugar al adjetivo “grecocaldense”, Jesús Montes anticipó desde su práctica acciones y modos de producción que, años después, se reproducirían en Europa construyendo la historia de las vanguardias.

Las obras, fechadas por el autor un siglo después del momento de su producción, nos harían preguntarnos por la naturaleza del tiempo, por el carácter regresivo y a la vez premonitorio del arte, y por las formas monstruosas, desdibujadas y muchas veces poéticas que asumen las representaciones del poder en la mente de los individuos a través de los años.


Noviembre 30, 2007 - 7 pm
El Bodegón (arte contemporáneo - vida social)
cra 2 # 22A-08



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